martes, 21 de agosto de 2018

En esta época

Estoy empezando a estar muy cansada de esta época que nos ha tocado vivir. Una época en la que tienes que ser fuerte y feliz absolutamente en todo momento, en la que no puedes pasar un par de semanas de agobio por diferentes problemas sin que te tachen enseguida de ser débil y de no aguantar absolutamente nada. Una época en la que ciertos valores se han perdido cada vez más, en las que hablarle a alguien con el corazón en la mano supone dibujarte una diana para que te ataquen por todos lados; en las que decir que te encuentras mal y que necesitas reponerte puede hacer que a alguien le siente mal porque antes estabas mejor y has tenido un retroceso.

Empiezo a estar cansada, la verdad, de tener que explicar siempre que un sentimiento como una amistad profunda sin que haya amor o sexo de por medio existe, que puede existir un profundo cariño hacia alguien hasta el punto de considerarle más familia que personas que comparten tu mismo apellido. 

Es cierto que todas estas cosas se suelen vivir con 16 años, ¿pero sabéis qué? Yo con 16 años no era feliz. No empecé a hacer amigos de verdad prácticamente hasta que entré en la universidad y nunca encontré una persona en la que confiar plenamente hasta cerca de los 30 y no, sorprendentemente no fue una pareja, fue, como diría Meredith Grey, alguien que se convirtió en mi "person", en un pilar de gran importancia de mi vida. Huelga decir que a día de hoy lo sigue siendo aunque ya no vivamos en la misma ciudad, pero como decía, estoy cansada de esta época, porque si se me ocurre decirle a esa persona algo tan simple como "te echo de menos" la gente pone el grito en el cielo y empieza a hablar de dependencia, a tacharte de egoísta, empieza, básicamente, a atacar donde más duele por algo tan simplemente humano como echar de menos a alguien que quieres mucho y que le deseas toda la felicidad que se pueda desear a una persona en este mundo.

Lo más divertido es cuando la gente que solo conoce la punta del iceberg se toma toda la libertad de opinar acerca de ti, de cómo te sientes en general; cómo te dicen que parece que no tienes otros problemas... y terminas decepcionada, porque aunque alguien esté viviendo una situación similar a la tuya en algún aspecto de tu vida, no entiende tu problema. No entiende lo duro que es decir "no puedo quedar" no entiende lo duro que es "venga, salgo y solo me tomo un café o un helado, que no puedo hacer otra cosa" Y es en ese momento en el que te das cuenta de lo sola que te sientes.

Te sientes sola por ver cómo los demás avanzan en casi todos los aspectos de tu vida y tú no, por no haber tenido la suerte de encontrar una pareja en esta vida con la que puedas hablar y que te pueda ayudar parcialmente a resolver tus problemas; porque te das cuenta que, en esta época que nos ha tocado vivir, si no tienes pareja... Te quedas sola y con ataques de ansiedad para hacerte compañía, pero, ssssh, no se te ocurra a nadie decirle que estás mal, porque luego te sentirás peor, te considerarás una molestia porque no tienes aguante ante las cosas y te sentirás mediocre y débil hasta que te quedes sin fuerzas para luchar ni un día más.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Hi again!

Hace casi un año (en febrero concretamente) publiqué una entrada (ya borrada, dicho sea de paso) en la que me despedía de este blog. En su momento pensé en cerrarlo definitivamente pero algún motivo, ya sea la pereza o el saber que tarde o temprano terminaría abriendo otro nuevo, no le di al botón de eliminar. 

Quizá sea que la perspectiva inminente del paro me hace querer volcar mis pensamientos en algún lugar, puede que simplemente todos los cambios que estoy experimentando tanto en mi vida como en mi psique quieran salir a la luz y me apetezca compartirlo con las personitas que me leéis. También es cierto que, simplemente, me apetece volver a escribir; hace demasiado tiempo que no lo hago por puro hobby y estoy perdiendo soltura y fluidez (y, como les decía a mis ex-alumnos, la fluidez es importante y tenemos que trabajarla).

¿De qué voy a escribir? Pues, sinceramente, no tengo ni idea; haré simplemente lo que me pida el cuerpo. Lo mismo hablo de cómo va mi caza de trabajo (término que he leído hoy en un blog y que me ha encantado y pienso adoptar), de cuáles son mis propósitos de año nuevo o de qué saga literaria me tiene atrapada. De momento, he aquí mis planes para la semana que entra en unas horitas:

- Irme con la cabeza bien alta del curro, aunque reconozco que no me voy con la satisfacción de un trabajo bien hecho.
- Poner más carteles de clases particulares (tanto de inglés como de japonés).
- Buscar curro nuevo (hay vida más allá de FD)
- Retomar el C.A.E., volver a estudiar japonés e ir subrayando poco a poco el temario de las opos.

De momento, hasta aquí la entrada de hoy espero escribiros y leeros prontito ^_^

jueves, 22 de noviembre de 2012

A cup of feelings

Me prometí a mí misma que no iba a llorar y lo he conseguido mientras ha durado el día 21. Ahora que ya es 22 puedo soltar todo lo que llevo reprimiendo desde las 9 de la noche, dejar escapar todas las lágrimas que me he tragado abrazo tras abrazo, tras colgar el teléfono por última vez, escribir en la base de datos y darle a apagar al ordenador, sabiendo que mañana a las 15.40 no le estaré dando al botón de encendido y diciéndole a Belén "¿vamos a por un cafelito?".  Terminar un trabajo siempre es jodido, pero cuando son tantos los sentimientos acumulados y los corazones que a partir de hoy llevas contigo, se hace especialmente duro. 

En mi cabeza había una entrada para hablar de cómo llevar el tema del paro, pero prefiero dedicársela esta noche a las personas que han hecho tan especial mi vida desde Septiembre hasta el día de hoy y me gustaría hacerlo una a una. No hay un orden especial, si acaso los últimos "puestos" serán para las personas que se han ganado un rinconcito más especial por un motivo o por otro, pero lo haré por el orden en el que estábamos sentados.

-Alberto: Albertillo... ¡Qué de risas nos hemos pegado con tus historias! Eres todo un personaje, pero en el buen sentido de la palabra, espero que sigas en el camino de la enseñanza porque, aunque a veces te salga la vena borde, eres buen profesor y los alumnos te adoran sería una lástima que todo ese talento no fuese aprovechado. Eres un pedazo de tío, sigue así ^_^

-Cristina: ¡Criiiiis! Voy a echar de menos esas charlitas y alguna que otra mirada cómplice cada vez que una de las dos decía algo raro, jajaja. Aunque te hayan jodido a base de bien, espero que te vaya estupendamente en los días que te quedan por allí, en el máster y en cualquier cosa que te propongas en la vida, chiqui.

- Marion: Aunque hayamos hablado bastante poco, siempre tenías alguna batallita interesante que contar o alguna charlita de camino al cafelito. Espero que te vaya todo muy bien por FD.

- Lorena: Bendito aquél momento en el que me dijiste "oye, te espero que si no, no hablamos, ahí todo el día con el teléfono". Me he reído muchísimo contigo, hemos charlado lo más grande por Pidgin, se te ha echado de menos el tiempo que no has estado, pero bueno, ahí está el whatsapp y el facebook para seguir manteniendo el contacto :-)

- Laura R. ¡¡¡Speedy de mi alma!!! Voy a echar de menos chincharte por las tardes, o cotillearte el ordenador y echarte un cable cuando te encontrabas un poco perdida, nuestros marujeos por Pidgin y mil millones de cosas más. Ha sido todo un lujo y un gustazo estar sentada a tu derecha todos los días y compartir tantísimos ratitos. Espero de todo corazón, que trabajes en esa autoestima que tienes tan mala y no, no estoy siendo buena, ni tengo los oídos taponados por el resfriado, ni la cabeza embotada ni nada. Eres BUENA, eres MUY BUENA pero parece que te cuesta trabajo darte cuenta. Todos tenemos que aprender algo más en esta vida, pero eso no es motivo para no creer en uno mismo y en las posibilidades que tiene, así que la cabeza al frente y deja la inseguridad y la timidez de lado, porque lo único que hacen es que se cierren puertas.

-María: Pocas cosas puedo decirte aparte de: espero que tengas razón y que en Enero volvamos a estar al pie del cañón, contándonos batallitas. Desde que llegaste la cosa se animó bastante y aunque a los pobres alumnos los volvieras locos hablando a la velocidad del sonido, lo compensas con creces con lo tremendamente buena gente que eres. Sigue así, corazón y no te vengas abajo, recuerda siempre que mi nombre es lo último que se pierde.

- Mercedes: Creo que ya te dije todo lo que tenía que decirte tanto en persona como en el comentario de la foto en Facebook, solo un pequeño aviso: si volvemos a trabajar juntas, como le vuelvas a decir a los alumnos que hagan redacciones, te inflo a collejas :-) 

- Miriam: Fuiste prácticamente la primera persona con la que hablé cuando llegué a Formación Digital y también la primera con la que comenté cómo me había ido en la primera tutoría que hice con Josefa. Aprendí mucho escuchándote, eres una pedazo de profesional y he podido descubrir que también una pedazo de persona. Espero que te vaya todo genial, aunque no tengo ninguna duda de que así será ;-)

De todos los sitios en los que he estado, siempre hay personas que se ganan un rinconcito un poco más especial, en este caso son estas dos grandes personas

- Laura M. Chiqui, llevo un rato delante del teclado pensando qué te voy a escribir, pero no porque no sepa qué decirte, sino porque son tantas cosas que no sabría por dónde empezar. Creo que lo primero y más importante es GRACIAS. Gracias por acercarme a casa prácticamente todos los días, gracias por la charlita, algún que otro consejo, por aguantar mis marujeos y mis nervios de adolescente (ya sabes a qué me refiero :-P) Si bien es verdad que ahora estamos en una época bastante jodida, te digo de corazón que no desesperes, porque ya has demostrado que tienes talento de sobra para hacer lo que te propongas, incluso aquello que dices que no se te da bien. Persigue lo que siempre has querido y si puedes irte al extranjero, hazlo, porque cuando vuelvas nos comerás por sopas a todos los que no hemos tenido narices de hacerlo. Sé que con estas edades lo más normal del mundo es que las personas vayan y vengan y que sean pocas las que se queden, pero, ya te lo he dicho, yo no soy así, me gusta preocuparme por las personas que me han marcado y si alguna vez necesitas cualquier cosa: aquí estoy, no te lo digo por decir, y me da que lo sabes, de verdad, para lo que sea: aquí estoy. Las personas que se portan bien conmigo y me ayudan se ganan un sitio muy especial, y tú te lo has ganado con creces, pequeñaja.

- Belén: Belenuchi... ¿qué decirte que no te haya dicho ya? ¿Que eres muy buena gente? ¿Que eres una pedazo de profe? ¿Que me encanta chincharte y verte roja como un tomate? ¿Que es una alegría ver cómo eres capaz de afrontar el trabajo siempre con una sonrisa y siempre una buena palabra para los alumnos? ¿Que eres una gran profesional y una mayor curranta? Todo eso lo sabes de sobra, creo que solo me queda agradecerte la amistad que me has brindado día a día, café tras café, chat tras chat, ¡e incluso en algún viaje en autobús! Una de las alegrías de mis tardes, antes de LA época era ver que coincidíamos para tomarnos un cafelito juntas y marujear un rato, o charlar de series o simplemente de cómo nos iba la tarde. Es un gustazo ver que en poco tiempo se pueden forjar vínculos que, espero de todo corazón, sean de los que duren mucho tiempo. Una vez escuché una frase en una serie que decía "aquellos amigos que hicimos en nuestros veintes, son a los que llamaremos nuestros viejos amigos", estoy segura de que en un futuro nos encontraremos y nos referiremos con este término. Te digo exactamente lo mismo que a Laura, ya sabes que si necesitas algo, estoy aquí. Aunque esté a 120 kms, aunque esté en la otra punta del mundo, para mis amigos siempre tengo un momento y si no lo tengo, lo hago. 

Poco más tengo que deciros que no os haya dicho ya. Sois los mejores, ha sido todo un honor compartir con vosotros estos meses y ojalá el futuro nos tenga preparados muchos meses más. 

viernes, 16 de noviembre de 2012

Por qué soy como soy (parte I)

Nuestros actos y vivencias nos definen como personas, nos van moldeando y es lo que hace que ante una situación u otra reaccionemos de tal o cual manera. Como muchos de los que me conocéis en persona y me leéis me habéis conocido en un estadio de mi vida bastante avanzado quizá no podéis entender por qué reacciono como lo hago ante ciertos acontecimientos o por qué pienso de la manera que lo hago.  

No pretendo publicar aquí una biografía completa de mi vida (sería muuy aburrido, no doy para tanto), pero sí quizá relatar algunos aspectos esenciales que han configurado la persona que soy hoy en día. ¿Cómo soy? Resumidamente: una friki en muchos de los sentidos, me encantan los videojuegos, el manga, un poco también el anime, ver series en V.O.S.... Pero también soy una persona un tanto bipolar: lo mismo estoy un día casi eufórica que estoy un poco embajonada al rato siguiente, tiendo a comerme mucho la cabeza y, aunque intento ser optimista y transmitir eso a los demás, lo cierto es que en el fondo soy una persona tremendamente derrotista y pesimista. En el trato hacia otras personas soy tremendamente difícil: si me pillas de buenas, no hay problema, pero como tenga los cables un poco torcidos, soy una borde sin remedio (y con bastante mala leche). Además tengo un gran defecto (que a lo mejor hay quien lo ve como una virtud): me encariño muchísimo y muy rápido con las personas. En cuanto alguien se porta un poco bien conmigo o simplemente me cae bien y puedo mantener un par de conversaciones un poco más personales creo que podemos llegar a ser amigos/as (en el 90% de los casos no es así, por eso lo veo un gran defecto). Grosso modo, esta soy yo: los que me conocéis en persona tenéis permiso para añadir o quitar lo que os plazca :-)

Hecha esta introducción acerca de mi persona y mi personalidad empiezo con el meollo de la cuestión. He estado pensando cómo dividir estos 25 años de mi vida y creo que la mejor manera de hacerlo es pre-18 y post-18, así que empezaré desde chiquitina.

Antes que nada, comentar que casi siempre he sido... ¿rellenita? Bah, es un eufemismo como la Catedral de Sevilla de grande, pero dejémoslo así, basta para intuir varios aspectos de mi vida. Bueno, desde mi más tierna infancia, ha habido siempre un elemento en casa que me ha acompañado toda la vida: el ordenador. Ya de pequeñita me encantaba aporrear las teclas y el ratón jugando a infinidad de juegos... Podría pasarme horas hablando de videojuegos que marcaron mi infancia, pero eso lo dejo para otro post. Este hecho es tremendamente significativo porque, no solo define quien soy en gran parte hoy en día, sino que marcó mi infancia y mi adolescencia especialmente. Como en casa tenía ordenador, me encantaban (y encantan) los libros y siempre he tenido mucha imaginación, me fui configurando poco a poco como una niña un tanto solitaria, apenas salía a la calle a jugar con amigos y aunque tuve alguna que otra gran amistad, nunca tuve una gran pandilla como suele ser habitual en los pueblos. Esto, añadido a que siempre he sido bastante camorrera, hacía que fuese bastante el hazmerreir del patio e incluso con los años llegué a sufrir un cierto acoso psicológico en años más avanzados.

Todos esto, junto con muchos más aspectos no tan relevantes como para relatarlos aquí dieron como resultado una Espe que, a la edad de 16 años era tremendamente solitaria, no quería cuentas con nadie y estaba siempre deprimida, hasta el punto de pensar en el suicidio en innumerables ocasiones (aunque, ahora que lo pienso, esto es bastante común entre los adolescentes). En esa edad tan peliaguda hice mi primer régimen, perdí yonosecuantos kgs, pero lo único que gané fue tranquilidad en el patio del insituto y que dejaran de insultarme tanto a la cara como a las espaldas. En ese estadio de mi vida, sintiéndome aún vacía por dentro, tengo que cambiar de instituto y empezar una nueva vida estudiantil: el bachillerato. En esa época empecé a tratar más a las personas, empecé a salir un poco más y a hacer lo que yo creía buenas amistades (una vez más me equivocaba, de aquella época solo quedan dos personas en mi vida). Todo esto conllevó a que mi autoestima creciera un poco y más aún cuando, a final de bachillerato casi, mi compañero Jose y yo ganamos el concurso de Canal 2 Andalucía para institutos llamado Matrícula. Gracias a esto pude ir por segunda vez a Inglaterra y pasar allí dos de las mejores semanas de mi vida, en las que conocí a otra persona tremendamente importante en mi vida y que lleva ahí desde la edad de 18 añitos. Estas dos semanas crearon en mí un cierto sentimiento de independencia y libertad que me acompañará / atormentará durante mucho tiempo, pero de eso hablaré en otra entrada, ya que he llegado al primer punto de inflexión en mi vida: los 18 años y la universidad.

Con vuestro permiso voy a dejar aquí este relato de mi vida porque, entre otras cosas la entrada está siendo un poco larga ya y de los 18 en adelante es cuando se forja la persona que soy hoy en día definitivamente.

¡Gracias por leerme!

martes, 13 de noviembre de 2012

Respecto a la entrada anterior

Me ha llegado algún comentario (no en el blog, sino por otros medios) comentando lo triste que sonaba el comienzo de mi entrada anterior. Reconozco que es cierto, me dejé llevar por el estado anímico en el que me encontraba en ese momento y me salió bastante peor de lo que pensaba que me había quedado. Disculpadme si os habéis preocupado, simplemente fue un momento de debilidad pasajera, hoy vuelvo a estar con mi optimismo de siempre; al fin y al cabo la vida son dos días y hay que disfrutar de los pequeños placeres: ir a un trabajo que te encanta, estar con personas que poco a poco se van ganando un rinconcito en tu corazón, reencontrarse con antiguos compañeros, hablar un ratito con la prima a la que tanto quieres... Esas pequeñas cosas de la vida son las que tienen que guiarnos e intentar no dejarnos arrastrar por los malos momentos. 

Siempre digo que me puedo permitir como mucho un fin de semana de bajón al mes, el resto del tiempo, hay que aprovechar esos pequeños placeres que serán los que nos hagan sonreír en momentos malos y nos darán fuerza para seguir adelante. 

Para despedirme con mejor sabor de boca que en la entrada anterior, os dejo una pequeña frase motivacional hecha viñeta gráfica:

Traducción: Si tu problema puede solucionarse, ¿qué necesidad tienes de preocuparte? Si no puedes solucionarlo, ¿qué utilidad tiene preocuparse? (traducción más o menos literal)
Gracias ZenPencils

Besos y abrazos a todos :-)

lunes, 12 de noviembre de 2012

Cuando se está de bajón

Tenía pensado escribir un par de ego-entradas acerca de mi vida, de quien fui y cómo he llegado a ser quien soy, no obstante, debido a mi estado anímico actual, creo que es mejor escribir acerca de cómo me comporto cuando estoy de bajón y qué hago para superarlo.

Mis bajones por norma general tienen varias fases: la primera es la de "uy, estoy rara", la segunda es "analizo lo que me pasa y ufff, asco de todo", la tercera es "me voy a inflar a jugar a videojuegos a ver si se me pasa" y por último suele ser la fase de "se lo cuento a alguien, me desahogo, veo las cosas en perspectiva y me animo". 

El problema viene cuando la fase número cuatro no llega y entro en un bucle entre la segunda y la tercera: estoy de bajón, me pongo a jugar a videojuegos, no salgo de casa, me deprimo, juego a más videojuegos y así hasta que un día simplemente empiezo a sentirme mejor y lo veo todo menos negro. 

Afortunadamente, hace ya un tiempo que no caigo en el bucle gracias a pequeños truquillos que hacen del día a día y de ciertos problemas que nunca se van algo mucho más llevadero. Para empezar, siempre llevo música conmigo y dentro del reproductor (iPod en mi caso) tengo siempre una lista de canciones que no me canso de escuchar y que siempre me ponen de buen humor o me dan un subidón de energía. 

El segundo truquillo es algo más difícil de realizar, de hecho a veces no lo consigo, pero con algo de práctica se puede hacer: se trata de ver las cosas con perspectiva, es decir, pensar que le están pasando a otra persona y qué le diríais a esa persona para ayudarla a superar el mal trago. Muchas veces la solución está en nosotros mismos, pero nos ofuscamos tanto debido a nuestros problemas que no nos damos cuenta de que sabemos lo que hacer.

Por último, cuando los comederos de tarro no me dejan dormir, pongo la mente en blanco y dejo que los problemas se vayan durante unos minutos a paseo mientras concilio el sueño. Al principio me resultaba extremadamente difícil, pero descubrí que si me concentraba con todas mis fuerzas en la respiración, lograba poner durante un breve momento la mente en blanco; poco a poco fui puliendo la técnica y ahora puedo poner la mente en blanco siempre que necesito un pequeño momento de paz entre tantos pensamientos.

Me gustaría cerrar esta entrada preguntándoos: ¿Cuáles son vuestros consejos para salir de un bajón?

jueves, 8 de noviembre de 2012

It's my life's (point of view)

Hola a todo aquel que me lea: damas, caballeros, mariposas, tigres y lobos. Esta noche comienza la andadura de este blog gracias a la sugerencia de una amiga (¡hola Belén!) durante el almuerzo de ayer, 7 de Noviembre del año 2012. ¿Cómo surgió la conversación del blog? Resumidamente, empecé a filosofar acerca de la vida, de cómo intento vivir la mía y como reaccionar ante ciertas situaciones o estados basándome en experiencias anteriores.

¿Quiere decir que este va a ser un blog de filosofía? Sí y no. Esta bitácora va a versar sobre mi filosofía de vida, que algunos compartirán, otros no, otros se mofarán de ella y quizá a algunos le sirva para mejorar su propia manera de ver las cosas. No obstante, teniendo en cuenta el título del blog a veces también hablaré sobre mi vida, sobre cambios significativos, sobre cómo los estoy afrontando o cómo quiero afrontarlos; otras veces, sencillamente, hablaré de alguna frikada que se me pase por la cabeza. 

Para no divagar excesivamente en esta primera entrada, me gustaría explicaros el por qué del título del blog. Obviamente, no es sólo porque vaya a reflejar mi manera de ver las cosas y contaros un poco sobre mi vida (que también), sino que está dedicado a mi canción favorita de todos los tiempos: It's my life, del grandísimo grupo Bon Jovi.

¿Por qué esta canción? Uno de los motivos principales es porque me recuerda mucho a una persona que, por desgracia, ya no está entre nosotros, (aunque de eso hablaré otro día). Otro de los motivos es porque su letra ha marcado mi manera de vivir: "It's my life / it's now or never / I ain't gonna live forever" (Es mi vida, es ahora o nunca, no voy a vivir para siempre). Quizá los que me conocen estén un poco en desacuerdo, pero lo cierto es que, con salvedades como todo, he vivido mi vida como me ha dado la gana; sin importarme el qué dirán. 

¿Me convierte esto en una simple egoísta? Espero sinceramente que no. Soy una persona tremendamente marcada por el anime y las series de TV y si hay algo que aprendí de ahí (y sobre lo que divagaré otro día) es que hay que hacer todo lo posible por ayudar a los demás. ¿La pega? En multitud de ocasiones te tachan de tonta, pero como yo me siento bien así, seguiré haciéndolo (una vez más: It's my life).

Para ser la primera entrada me estoy enrollando más que la cuerda de una persiana, así que me voy despidiendo de vosotros. No he filosofado demasiado en esta ocasión porque no quería soltar todo lo que tenía dentro en la primera entrada.

No obstante, no puedo irme sin dejaros el vídeo de la magnífica canción que ha inspirado esta entrada. ¡Disfrutadlo y cantad con todas vuestras fuerzas!